Lactancia mixta: Cuando el pecho no es suficiente

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¿Cómo aumentar la producción de leche materna?

Esta es otra de esas historias que tanto tenía ganas de contar. Cuando os hablé de cómo fue el postparto tras la preclampsia ya os di una breve pincelada de como fue mi primera lactancia. Como yo tenía que guardar reposo por las incontrolables tensiones  y la pequeña Mary debía permanecer ingresada en neonatos, el arranque de la lactancia resultó ciertamente turbulento. Nada de lo que ocurrió favorecía una correcta instauración de la lactancia.

La importancia de un buen arranque en la lactancia materna

Dicen que lo más importante para que arranque una buena lactancia materna es no separarse del bebé, ponerlo al pecho inmediatamente y satisfacer su alimentación a demanda desde el mismo instante en el que nace. Dada mi situación no pude cumplir ni uno de los requisitos por lo que la instauración de la lactancia fue ciertamente complicada.

Tardé más de 48 horas en ponérmela al pecho y, a pesar de toda la ayuda que recibía por parte del equipo de neonatos, atravesé una crisis muy fuerte. No me ponía al bebé al pecho con regularidad ya que no podía estar junto a la pequeña Mary. No sabía como debía usar el sacaleches ni que esperar de el. Tuve una brusca subida de leche que no tenía forma de subsanar. Ni el bebé ni el sacaleches me ayudaron en esos primeros momentos a vaciar esos pechos que como balones de acero me estaban pesando y molestando como nunca. Llegué incluso a pensar en abandonar la lactancia.


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Hay que tener en cuenta que durante este periodo de tiempo en el que no me ponía al bebé al pecho, la pequeña Mary se iba alimentando con fórmula. Hay algo más importante que yo esté bien anímicamente o no, y es que el bebé tenía que salir hacia delante. Y yo eso no se lo discuto a nadie.  Era la primera que deseaba que todo saliera bien.

Por suerte, el equipo sanitario que estuvo a mi lado fue ante todo comprensivo. No me presionaron hacia ningún bando, ni lactancia materna ni biberón. Tan solo me pidieron paciencia ya que todo se iba a ir regulando con el tiempo. No hacía falta tomar una pastilla para cortar la leche, bastaba con ir decidiendo poco a poco como ir reduciendo las tomas. Una de las neonatólogas de la pequeña Mary me hizo vislumbrar un trocito de luz a lo largo del angosto túnel con estas palabras:

La lactancia materna no va a hacer que tu hija salga antes de neonatos. Ni el biberón tampoco. Está demostradas todas y cada una de las bondades de la lactancia materna así como su mayor digestibilidad por parte de estómagos inmaduros como el de la pequeña Mary. Pero que gracias a que vivimos en un siglo XXI en un país desarrollado no dependemos exclusivamente de la LM.

Estas palabras me quitaron la pesada mochila de la presión. Hiciera lo que hiciera, no estaba obligada a nada y nada iba a influir en el estado de mi hija. A pesar de su bajo peso era un bebé sano. Pues fue así, como libre de presiones con mi pequeño bebé en brazos, decidí seguir hacia delante con la lactancia. Fuera como fuera. Durase lo que durase. Quería dar el pecho y aunque el comienzo fuera el “desastre mundial” iba a tirar hacia delante. Como siempre había hecho.

¿En qué consiste la lactancia mixta?

Hay diferentes escenarios en los que los padres deciden recurrir a la lactancia mixta, bien por necesidad o porque no les queda otra. En nuestro caso, mi baja producción de leche debido a las altas tensiones y al tardío y mal arranque de lactancia hizo que nos quedara otra que suplementar en cada toma con un pequeño biberón de fórmula porque la pequeña Mary se quedaba siempre con hambre tras tomar pecho.

A continuación tenéis una breve presentación en la que os explico en qué consiste la lactancia mixta:

Cuando nos fuimos para casa tras el ingreso debíamos suplementar a la pequeña Mary por dos motivos. El primero porque yo no tenía suficiente leche y el segundo porque ella tenía un peso muy bajo aún y debido a su prematuridad las hipoglucemias eran un riesgo. Por lo tanto, tras cada toma preparábamos un pequeño biberón que a medida que iba pasando el tiempo había que ir subiendo la dosis.  Pero para poder intentar alcanzar una lactancia materna exclusiva y retirar esos biberones tanto la pequeña Mary como yo teníamos que estar en plenas condiciones.

Cuando pasados dos meses y el bebé superó los tres kilos nos dieron el visto bueno para tener lactancia exclusiva. Recuerdo lo ilusionada que me fui para casa. Ya podría darle solo el pecho. Ilusa de mi. A pesar de haber leído sobre lactancia tanto en foros como en el libro de Un regalo para toda la vida de Carlos González, hay cosas para las que nunca estás preparada. Y esta es una de ellas. La lactancia mixta no es fácil. Pasar a exclusiva no es como encender un botón. Y dada mis circunstancias me frustré muchísimo, pero aún así, tras mucha paciencia, esfuerzo y sacrificio, poco a poco se fueron retirando los biberones. Fue lento, pero lo conseguimos.




¿Cómo pasar de lactancia mixta a lactancia exclusiva?

Pasar de una lactancia mixta a exclusiva puede ser tarea fácil o complicada en función de la situación física y emocional en la que te encuentres y cuan limitada sea tu producción de leche. A nosotros cuando nos dieron el visto bueno para pasar a una lactancia exclusiva ya que los riesgos relacionados con la prematuridad, bajo peso e hipoglucecimas había desaparecido, me hizo muchísima ilusión. Pensaba que iba a ser coser y cantar. Simplemente dejar de dar el biberón y ofrecer únicamente el pecho. Pero mi desfase productivo era muy alto. Así que tenía mucho trabajo por delante.

Tras las tomas la pequeña Mary se quedaba con mucha hambre. Esta situación me generaba frustración. No tenía apenas información y conocimientos salvo lo que iba leyendo. Mi situación emocional por el postparto tras la preclampsia me había dejado con muy pocas fuerzas. A eso se le unía que el bebé era muy demandante. Necesitaba comer continuamente y llevar una alimentación a demanda con la lactancia mixta puede ser muy estresante y agotador.

Con la lactancia mixta te llevas las dos peores partes de cada una de las formas de alimentar al bebé. Lo peor del pecho y lo peor del biberón. Sin ninguna de las ventajas que conlleva dar el pecho o el biberón en exclusiva.

Entonces, en una situación así… ¿Cómo iba a dar ese salto?

Hoy, con mi segundo hijo, tengo una lactancia materna exclusiva que me ha facilitado ver y analizar con perspectiva tanto los errores como aciertos que tuve. Mi primer gran error fue no pedir ayuda. Hoy se que si hubiera consultado con mi matrona o algún asesor en lactancia el proceso tal vez habría sido más fácil de llevar y, sobre todo más corto. Lo que si hice bien fue tener actitud. Me obcequé en tener lactancia a toda costa. Me fijé mi objetivo y a pesar de haber llorado todo lo llorable por culpa de la frustración, con mucha paciencia, aguante e insistencia poco a poco los biberones se fueron eliminando. 

De tomar un biberón por cada toma llegamos a los 6 meses con un único biberón. Ese día la pediatra me dió la enhorabuena. Con un único biberón de 120 ml por la noche prácticamente tenía una lactancia exclusiva. Fue duro tener a un bebé enganchado al pecho hasta los 6 meses cada hora. E incluso cada menos. Sin saber si tenia hambre o no. Pero fue introducir la alimentación complementaria y ese único biberón desapareció y pude tener lo que se considera una lactancia normal hasta el momento en el que decidí destetarla a los 15 meses.

Me fijé varios objetivos y me documenté mucho sobre cómo aumentar la producción de leche. Tanto el libro de Carlos González, Un regalo para toda la vida, como el Foro de Alba Lactancia Materna, fueron de gran ayuda ya que te dan pinceladas e ideas para ayudarte en este proceso. El sacaleches que tenia tomó mucho protagonismo en este proceso ya que procuraba estimular la lactancia tras cada toma para intentar acelerar el proceso. Incluso hice la famosa extracción poderosa. Procuré cambiar mis hábitos alimenticios. Aprovechaba cada oportunidad para ponerme a la pequeña Mary al pecho tanto si tuviera hambre o no. Y si la notaba satisfecha no le ofrecía el biberón, pero si a la media hora o antes pedía, ya lo tenía preparado pero antes le ofrecía el pecho para que se beneficiara de lo poquito que me había dado tiempo a producir.


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El tiempo ciertamente se me hizo largo. Había momentos muy duros y frustrantes. Sentir que por mucho que lo intentas, y que un día tras otro parezca que no has avanzado nada, no es nada fácil. Por eso os decía que una de las claves es la paciencia.

Aunque también reconozco que hubo un aspecto en el que me rendí y ese fue con el sacaleches. Lo terminé dejando por puro agotamiento. Si hablamos en plata, tener que estar pendientes del sacaleches y usarlo cada hora puede resultar muy esclavo. Por estar conectada a esa máquina sentía que me perdía otras tantas cosas. Así que de pronto un día decidí dejarlo y disfrutar de nuestra lactancia, que poco o mucho era lo único que teníamos. Dejé al bebé hacer únicamente su trabajo y al paso del tiempo todo fue mejorando. Poco a poco. Salvando la lactancia cada vez que la pequeña Mary rechazaba el pecho insistiendo en que ese iba a ser siempre su primer plato tanto como si le gustara como si no.

Así que la clave a mi parecer fue paciencia, insistencia, interferir lo menos posible, disfrutarlo y bebé al pecho a la mínima oportunidad.

Una ayuda para aumentar la producción de leche

Como os he dicho antes la paciencia y la insistencia fueron una de las claves que me ayudaron a no abandonar la lactancia e ir consiguiendo poco a poco una mayor producción de leche materna y que los biberones de fórmula fueran bajando. Para mi lo más importante fue dejar al bebé que por si mismo regulara la producción de leche mediante mucha succión y proximidad. Pero aún así me valí de una serie de elementos que me ayudaron en este proceso en mayor o menos media. Te cuento cuales fueron por si te pueden resultar de ayuda.

LECTURAS

Cuando estaba inmersa en la labor de intentar aumentar la producción de leche para así poder eliminar los biberones hubo una serie de sitios en los que obtuve mucha información útil. El libro del prestigioso pediatra Carlos González, fue uno de ellos. Un regalo para toda la vida es una guía muy completa en la que se ofrece información muy exhaustiva sobre la lactancia materna. Abarca todos los aspectos relacionados con la misma por lo que resulta de gran utilidad para las madres que desean dar el pecho. Hace una defensa a ultranza lo que en algunos aspectos puede resultar algo frustrarte, pero para mi es un libro imprescindible, ya que me ha resuelto de manera efectiva esta y otras dudas que he tenido sobre lactancia.

Por otro lado, en Internet también hay mucha información sobre lactancia. En mi opinión los mejores portales en los que puedes encontrar todas las respuestas de las continuas preguntas que puedas hacerte sobre lactancia son Alba Lantancia Materna y la Asociación Española de Pediatría. A mi me resultaron de gran utilidad y casi siempre he encontrado toda la información que he necesitado.

FARMACIA

En la farmacia también hay productos que pueden ser de gran utilidad a la hora de estimular la lactancia. Además de los complejos vitamínimos que se suelen pautar en los comienzos de la lactancia para ayudar en la carencia de vitaminas y minerales tras el parto, otro de los productos más usados es la levadura de cerveza. Entre sus propiedades están las de regenerar los tejidos por lo que permiten una rápida recuperación tras el parto. La levadura de cerveza está recomendada en la lactancia ya que aporta gran cantidad de nutrientes que resultan indispensables para el bebé, como las proteínas y los minerales. Dicen que puede actuar como galactogogo a la hora de favorecer la producción de leche materna. La verdad que en estos casos ¡toda ayuda es poca!

Por otro lado, en términos de lactancia otro de los productos que a mi parecer es aconsejable tener en casa es el Purelán. Por un lado, el uso continuado del sacaleches además de las tomas puede llegar a generar grietas. El dolor es uno de los principales causantes que lleva a abandonar la lactancia. Aunque no es recomendable usar más de dos veces al día es un buen aliado para paliar las molestias de las grietas. También hay que tener en cuenta que algunas veces la baja producción de leche se debe a un mal agarre. Este hecho puede desencadenar grietas, por lo que es conveniente estar alerta para corregir el agarre cuanto antes.

Yo suelo comprar mucho en PromoFarma, tienen buenos precios, son rápidos y te dan muchas facilidades. Yo soy muy dada a hacer mis compras en Internet. He probado con varias farmacias y esta es la que más me gusta de todas.

EXTRACTOR ELÉCTRICO

Si hay algo que considero imprescindible a la hora de iniciar una lactancia materna es un buen sacaleches. Hay varios modelos en el mercado de diferentes marcas. Avent, Suavinex, Bellababy… Pero de entre todos yo me quedo con el de Medela. Esta marca está especializada en lactancia y yo ya he probado varios de sus productos y la verdad es que estoy más que satisfecha. Si buscas opiniones este es el mejor valorado por las madres que dan pecho y, asimismo ha sido galardonado en diferentes ocasiones. El modelo que yo tengo es el Swing Eléctrico. Es fácil de usar y limpiar. Se puede usar tanto con las botellas de almacenaje como con bolsas desechables. Existe también un modelo doble que es de gran utilidad a la hora de acortar los tiempos de extracción.

Te recomiendo visitar el post que he creado con una guía comparativa con los mejores modelos de sacaleches del momento. En esta guia encontrarás también todos las especificaciones y requisitos que deben cumplir un buen sacaleches para poder satisfacer nuestra demanda de una forma efectiva y confortable. Sacaleches hay muchos, pero no todos son capaces de ayudarnos en este momento.

Es un buen aliado a la hora de ayudar con la producción de la leche materna. Una vez finalizada cada toma procuraba estimular un rato cada pecho para intentar subir la producción. La leche que extraía la guardaba para ofrecérsela en la siguiente toma.

Una de las técnicas más utilizadas para hiperestimular el pecho con sacaleches es la Extracción Poderosa. Se realizan continuas extracciones de 10 minutos en total (5 minutos por pecho si el sacaleches no es doble) cada hora o cada 45 minutos durante al menos veinticuatro horas y dejando un descanso nocturno no superior a las cuatro horas. Por lo general, con la técnica Extracción Poderosa se obtiene un volumen aceptable de leche materna antes de que hayan transcurrido 48 horas desde el inicio del proceso. Si quieres más información sobre esta técnica, te recomiendo visitar la página web de Alba Lactancia Materna.

RELACTADOR

Aunque yo no llegué a usarlo, si hoy volviera a tener las mismas complicaciones con la lactancia mixta, usaría un relactador. Como soy fiel a la marca de Medela por el mimo que dedica con su productos a la lactancia materna os recomiendo su propio relactador. Es una herramienta muy interesante ya que permite suplementar al bebé mientras esté cogido al pecho sin la necesidad de biberones ni nada por el estilo. El alimento le llega  a través de una sonda desde una bolsa de almacenaje. La punta final de la sonda se coloca pegada a la boca del bebé y mientras este succiona se le deja entrar el alimento. Esto favorece que el bebé estimule en mayor medida la lactancia al tiempo que se queda saciado con el alimento que necesita.

Hay gente muy manitas que es capaz de hacer su propio relactador, pero sinceramente yo no soy muy dada a esas lindes. Así que si tuviera que usarlo lo compraría sin lugar a dudas.

BIBERÓN MEDELA CALMA

Cuando tienes que dar biberón lo primero que buscas son las opciones que menos interfieran en la lactancia. En el mercado hay infinidad de marcas de biberones pero como ya os he mencionado varias veces, Medela es la marca especializada en lactancia.

Su biberón Calma se puede decir que es lo más parecido a la succión de leche materna.  Permite a los bebés mantener su comportamiento de alimentación natural aprendido en el pecho. Es necesario hacer el vacío que se hace con el pecho de la madre y al mismo tiempo la leche solo sale de la tetina si se hace el ejercicio de succión.Necesitan varias tomas para adaptarse bien a la tetina. Es el biberón por el  que se decantan la mayoría de las madres lactantes.

La pequeña Mary al final no se hizo a la tetina ya que venía acostumbrada a las de Nuk de gota fácil que usaba en el hospital. También es cierto que era muy pequeña y apenas tenía fuerza a la hora de succionar, pero al final conseguí que se adaptara a las de Avent (de estas os hablo en el siguiente punto).

Con el pequeño James no he dudado lo más mínimo. Tengo tetinas Calma preparadas para el momento en el que necesite tomar un biberón y que la forma de succión sea lo más similar posible.

BIBERÓN AVENT NATURAL 

Tras hacer un balance general probando diferentes marcas de biberones, en el caso particular de la pequeña Mary, quien mejor resultado nos dio fue la marca Avent. Siempre usamos la tetina con el flujo más bajo para que de alguna manera no ponérselo tan fácil. No es de gota fácil como otras marcas, ya que hay que hacer ejercicio de succión para que salga la leche. Tal vez su mecanismo no sea tan sofisticado como las de Calma pero resulta efectivo.

La forma de la tetina también recuerda al pezón materno. Y hablando en plata estos biberones son de alta calidad. Tanto el recipiente como la tetina tienen mucho aguante y al cerrarse no tienen escapes. Al pequeño James, además de biberones Calma también le tengo preparado alguno de Avent para ver con cual se adapta mejor. La verdad es que no tengo preferencias entre uno u otro.

Mi conclusión final con los biberones, es que bien elegidos y usados no tienen porque ser el problema en el caso de una lactancia mixta. Hay quien opta por otros mecanismos para alimentar a su bebé como con el biberón-cuchara, pero ciertamente creo que no hay que tener tanto miedo al biberón. Con paciencia, insistencia y mimo. al final se adaptan a las dos vías y poco a poco se va solucionando el problema. Otra ventaja de estar acostumbrados al biberón es que si nos ausentamos o llega el momento en el que puedes ofrecerle agua no tienes que estar peleándote con el bebé para que lo acepte.

ASESORES EN LACTANCIA

Uno de los errores que cometí con mi primera lactancia fue no pedir ayuda ni asesoría. Con mi segunda lactancia no lo dudé ni un instante e hice uso de cada uno de los servicios que tenía a mi alcance. Cada vez hay más sitios a los que podemos recurrir y es fácil conseguir apoyo. La liga de leche es el organismo más conocido sobre lactancia. Cuenta con muchos asesores y organizan reuniones que pueden ser de gran utilidad para resolver dudas e incertidumbres. Puedes llamarles por teléfono y contactar via email. Con la pequeña Mary me daba cierto temor sentirme juzgada por el tipo de lactancia que estaba teniendo ya que había escuchado que podrían resultar un poco drásticas con sus mensajes. Pero una vez que lo miras con distancia y perspectiva no habría estado mal haber consultado ¡Seguro que algo me habrían aportado!.

En mi segunda lactancia a quien he recurrido en mayor medida ha sido a la matrona de mi ambulatorio. Que me ha ayudado a solucionar un problema de agarre que me producía grietas y mucho dolor (a esto dedicaré otra entrada). La verdad es que me ayudó mucho. Si no recibes ayuda corres el riesgo de terminar acortando la lactancia hasta tal punto de dejarla y es una lástima que esto sea así sin haberla luchado. Que no pasa nada por poner punto y final, pero a veces merece la pena agotar todas las posibilidades antes de tomar esa decisión.

En una de esas visitas conocí a una pareja que estaban teniendo el mismo problema que yo tuve con la pequeña Mary y tenían que suplementar a su bebé. La matrona les preparó un relactador casero y les dio una serie de pautas para ayudarles en ese proceso ¡Ay si hubiera ido yo en su momento! Pero ya no se puede dar marcha atrás. Y si yo con un “yo me lo guiso, yo me lo como”, conseguí llegar hasta el final, con ayuda se es capaz de todo 😉

Por otro lado, algunas sociedades medicas tienen un servicio de apoyo a la maternidad. Con mi seguro médico puedo acceder a una línea telefónica en el que me asesoran sobre todo los aspectos relacionados con la crianza. Cada semana una matrona me llamaba para consultarme como estábamos tanto mi bebé como yo. Por otro lado, una matrona vino a casa un par de veces para ayudarnos con la lactancia y los cólicos ¡Como os decía hoy en día hay infinidad de sitios en los que te pueden ofrecer ayuda útil para situaciones como esta!

LACTANCIA A DEMANDA

Aunque parezca obvio muchas veces se nos olvida que quien mejor estimula la lactancia es nuestro propio bebé. Recurrimos a infinidad de recursos, pero al final la naturaleza es sabia y poco a poco el bebé regula la lactancia. Yo tardé en aprender la lección y fue en el momento en el que tomé la decisión de que el mejor sacaleches era la pequeña Mary todo empezó a funcionar.

Aprovechaba cada momento para ponérmela al pecho. Tiene hambre pecho, tiene sueño pecho, tiene aburrimiento pues un poco de pecho. Muchas veces daba la sensación de que se había quedado saciada pero al cuarto de hora volvía pedir. Yo ya sabia que con el pecho no se iba a quedar satisfecha así que dejaba listo un biberón, pero antes le ofrecía el pecho. Si solo me había dado tiempo a generar cuatro gotas, pues nada… cuatro gotas de las que se beneficiaba y que no iba a necesitar de la fórmula. Pecho siempre por delante. Y así poco a poco la producción iba subiendo en detrimento de los biberones que iban bajando.

Es cierto que con este proceso estaba todo el día enganchada al pecho y no tenía ni un solo momento para mi, pero me empeñe en que la lactancia fuera hacia delante y lo conseguí. Por otro lado dicen que es muy bueno la cercanía con el bebé para que el cuerpo lo reconozca. El colecho y el porteo también activan la oxitocina que estimula la lactancia. 

Y así fue como al final tuve una lactancia bastante exitosa. Llegamos a los 6 meses y con la introducción de la alimentación complementaria desapareció el ultimo biberón. Y a partir de ese momento yo ya era como otra mamá cualquiera que daba el pecho. Así hasta los 15  meses, momento en el que la desteté voluntariamente (de esto ya os hablaré en otra entrada).

Espero que mi historia te sea de ayuda. Si vives una lactancia mixta no necesariamente el biberón va a acabar con tu lactancia materna.

Como ya he dicho, con paciencia, insistencia y mucho mimo se tira hacia adelante

¡Animo campeona!

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¡Qué se entere todo el mundo!

4 comentarios en “Lactancia mixta: Cuando el pecho no es suficiente

  • el 28 mayo, 2019 a las 8:23 pm
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    Mi primer hijo estuvo con lactancia mixta hasta los seis meses pero más por la desinformación que existía en aquel entonces que otra cosa. En el segundo solo estuvo hasta el mes de vida por los dolores que me producía, otra vez por la mala información y como tú bien dices por no pedir ayuda. Ya en el tercero llevamos 16 meses de lactancia materna y muy felices a la vez que un poco agotada. Me alegro que hayas podido superar todos los baches que te encontraste por el camino para lograr una lactancia materna y que lo hayas compartido. Un beso.

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    • el 29 mayo, 2019 a las 1:18 pm
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      Muchas gracias por contarme. La verdad es que si, es muy importante pedir ayuda y consejo. Nosotras fuimos afortunadas y pudimos continuar con la lactancia, pero otras personas sufren por el rechazo del pecho. Con mi segundo hijo tuve claro que iba a pedir ayuda y así lo hice ¡Porque la necesite también! Justo hoy acabo de publicar un nuevo post sobre ello. De nuevo gracias!!! Espero que sigas disfrutando de esa lactancia. BSS

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  • el 30 mayo, 2019 a las 2:52 pm
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    Me he sentido muy identificada. En mi caso (mellizos), nacieron prematuros y necesitábamos esa lactancia mixta por el bajo peso. Por desgracia en mi caso, aunque lo intenté, se me hizo muy cuesta arriba y desistí con la LM. El post es completísimo, me ha gustado mucho!
    Besos

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    • el 31 mayo, 2019 a las 10:02 am
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      Muchas gracias por contestar. La verdad es que la lactancia con dos debe ser muy dura. A mi una enfermera del nido me dijo que me limitara disfrutar lo que tenía. Podía durar días, semanas o meses. CUando lo entendí así hacía. Recuerdo que decía, a ver si aguanto hasta el primer mes. Luego hasta los dos… y Así poco a poco iba superando hitos. Otra opción que se me pasó por la cabeza fue optar únicamente por el biberón porque hay instantes que se hacen muy cuesta arriba ¡No lo hice pero no hubiera pasado nada de nada! La maternidad debe ser feliz y la crianza también. El estrés de la lactancia mixta puede acabar con eso y a veces un cambio de paradigma nos hace mas felices. Así que chapó. Enhorabuena mami.

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