Mi visita al endocrino
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Esto es lo que vas a leer en esta entrada:
Los primeros pasos para prepararme para mi próximo tratamiento de Ovodonación
Ya muchos conocéis mi preocupación por la baja respuesta a la estimulación ovárica. Hasta la fecha he estado buscando alguna explicación del porqué se dan estos casos en mujeres menores de 35 años. En un post anterior os hablé de unas pruebas genéticas que me hice para entender el fallo ovárico prematuro. Como los resultados fueron satisfactorios seguí indagando y hace unas semanas leí que algunas veces la esterilidad femenina puede deberse a un factor endocrino ovárico. Esa línea de investigación indica que hay factores endocrinos que pueden provocar la anovulación (circunstacial o crónica) o los fallos ováricos debido a alguna alteración en el eje hipotálamo-hipofisiario.
Y como ya os adelanté a través de Twitter, decidí visitar a un endocrino para, por un lado, ver si ese fallo ovárico se debía a este caso en concreto (cosa que dudaba) y, para que me diera unas pautas con el objeto de prepararme para mi futuro tratamiento de Ovodonación.
El caso es que en lo últimos años he ido aumentado mi peso hasta superar los valores de la normalidad. En estos momentos, según mi IMC (Índice de Masa Corporal), me encuentro en una situación de sobrepeso. A partir de un IMC de 25 se considera que se ha alcanzado el umbral de sobrepeso, pero en el momento en el que se llega a 30, estadio de obesidad, es cuando nuestra fertilidad puede verse afectada. Yo ahora mismo me encuentro en el escenario de 27. Y es por eso por lo que considero que tengo que empezar a trabajar ese aspecto de mi salud para intentar mejorarlo con el objeto de facilitar el éxito de mi futuro tratamiento. Siempre dentro de lo razonable.
Hay que tener en cuenta que el sobrepeso es uno de los mayores enemigos del embarazo, ya que puede traer consigo riesgos como la diabetes gestacional, hipertensión, nacimiento de bebés más grandes, complicaciones en el parto, etc. Y es por ello, por lo que se recomienda tomar una serie de hábitos durante el embarazo y, sobre todo, antes de la gestación, como serían una alimentación adecuada y un estilo de vida alejado del sedentarismo.
¿Qué pasó en mi visita al endocrino?
Aún cuento con unos meses antes del inicio de mi tratamiento de Ovodonación. Ya no voy a buscar más respuestas sobre el fallo ovárico porque en mi caso creo no las hay; me ha tocado y punto; uno puede ser rubio o moreno, alto o bajo, guapo o feo… y yo, pues soy así. Por lo tanto mi visita al endocrino a partir de ahora se va a centrar en la forma de preparar mi cuerpo para recibir de la mejor manera posible a mis futuros embriones.
En primer lugar me hizo una analítica en la que se pudo conocer cosas como la hematología, colesterol, funcionamiento del tiroides, etc., en la que todo salió ¡OK! Lo único, mis hormonas, que estaban algo desastrosas e indicaban algo que ya sabíamos:
Está claro, soy casi premenopaúsica con 31 años y tengo sobrepeso con un IMC de 27. Pero estoy sana y nada de esto va a impedir que sea madre y, de hecho, voy a serlo por la vía de la Ovodonación. Por lo que, a partir de ahora, lo que toca es empezar a cuidarse ¿Cómo? Pues muy sencillo… Me toca iniciar un nuevo plan: dieta y ejercicio ¡Todo un clásico!
El doctor me propuso una dieta basal basada exclusivamente en los alimentos prioritarios. Lo que implica dejar de lado cosas como el pan, cenas copiosas, frituras, azúcares y harinas refinadas, etc. No es la típica dieta hipocalórica que viene determinada por el número de calorías, por lo que puedo comer la cantidad que desee siempre y cuando sean los alimentos permitidos (por ejemplo, las verduras). También en esta dieta se limitan los carbohidratos. Una vez a la semana podría comer legumbres y cada dos semanas una ración de pastas, pero si esta última se toma se debe eliminar la ración de legumbres de esa semana. Siendo honesta, en cuando vi la dieta me asusté un poco porque la veía muy estricta, sobre todo teniendo en cuenta que desde la tarde-noche, empiezo a comer muy poco: un té o café para merendar y un yogur y una pieza de fruta para cenar. Esta dieta, para evitar ciertas carencias, hay que complementarla con un multivitamínico, pero como estoy tomando el Gestagyn imagino que ya estoy cubierta.
En un principio vuelvo al endocrino en un mes para ver como ha ido bajando mi peso. Imagino que el doctor quiere eliminar el máximo posible de kilos para preparar mi cuerpo para un embarazo. Le mostré mi preocupación por si al ser tan estricta pudiera ser perjudicial, pero me dijo que no me preocupase, pero que si acercaba el embarazo (en mi caso la transferencia) habría que dejarla e iniciar otro procedimiento. Para quedarme más tranquila, le he escrito un email a la ginecóloga que lleva mis tratamientos de Reproducción Asistida para saber su opinión.
Por otro lado, toda dieta necesita de algo más para crear un hábito de vida saludable, el ejercicio. En este caso he decidido dar prioridad a las actividades aeróbicas, para fomentar la pérdida de calorías. Yo no soy muy deportista la verdad. No tengo ni sincronización, ni resistencia, ni constancia ni nada… Por lo que optaré por algo sencillo adaptado a mis posibilidades. Lo primero son las caminatas, me gusta andar, así que aprovecharé para añadir más velocidad y distancia… Algo así como unirme al movimiento del Power Walking 😉 (Ya me he instalado un podómetro en el móvil, así que lo que toca ahora es empezar a andar al estilo de los famosos jejejeje).
Por otro lado, me gusta el baile y la natación, por lo que aprovecharé mis ratos libres para hacer una sesión de Zumba o ir a la piscina a hacer unos cuantos largos. Imagino que con esto de entrada funcionará. No se trata de meterme en actividades que no me gusten y que termine abandonando.
Ya os iré contando si este plan es efectivo o no.
Una pregunta:
¿Qué os parece esta dieta? ¿Demasiado estricta?
¿Cómo lleváis a cabo vuestro plan de preparación de cara al embarazo y tratamientos de reproducción asistida?
Me encantará leer vuestras opiniones
La cena me parece demasiado estricta. Los lácteos no se suelen aconsejar en la cena. No sería mejor que cambiases las cenas por una buena ración de verduras y un huevo duro, o pollo a la plancha o un pescado blanco? Te deseo mucha suerte. Yo también voy con ovo
Hola guapa! Opino como tú, es demasiado estricta en lo que se refiere a la noche. Yo creo que sería mejor lo que comentas, verduras y algo a la plancha, por ejemplo. Aún estoy a la espera de lo que me diga mi ginecóloga ,y por otro lado, mi madre me va a traer del hospital donde trabaja unas dietas que pautan allí (más normalitas y razonables). En fin… que se sea lo que Dios quiera.
Te deseo mucha suerte a ti también en tu tratamiento de Ovo. Un besazo!